sábado, 10 de diciembre de 2011




No me pidas que cierre los ojos ante la esperanza cuando mis pupilas están quemando llantos. No me pidas que viva en supuestos de tus labios cargados de incertidumbre.
No me pidas que corte mis alas que son mi única forma de alcanzarte. No pidas que calle y que no diga lo que siento, por no volverte a levantar del derrumbe. No me pidas que deje este sueño, que empequeñezca la razón y agrande el corazón. No me calles el alma ni me oprimas la boca. No me cierres los poros. No me dejes la piel reseca. No me dejes la piel. No me dejes.

1 comentario:

  1. ¿Cómo callar el alma que sale a borbotones por la boca disfrazado de versos y mares de palabras? ¿Cómo silenciar el sentimiento que anida en nosotros... que es nosotros mismos... nuestro impulso... el único latido?
    ¿Te he dicho que me encanta cómo escribes... cómo sientes?

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