En una pequeña etapa de duelo me encuentro
a alguien con un algo, totalmente diferente a lo que había dejado atrás, otro
alguien con un algo muy cercano a pulsión de muerte.
Llamémoslos
Eros y Thanatos. Thanatos continuamente se queja de la vida y lo que
acontecía, todo su mundo era una gama de grises, quejas e infidelidades, tedio y
hastío.
Ocho
meses donde no llegamos a ninguna seguridad ni estabilidad, probablemente por
la lejanía física y mental, estábamos por estar, no por sentir. No hace falta
decir que todo se vino abajo, pendía de un hilo delgado que terminó por
romperse. En esa transición me encuentro a Eros.
Eros
había vivido cosas mucho más fuertes que Thanatos, sin embargo su actitud a la
vida era totalmente otra, con impulso y con ganas de seguir, de experimentar y
de vivir. Eros me despertó a ese mundo donde todo es explosión de colores, y en
verdad lo era, me llenó de muchas cosas, risas y complicidades, había lejanía
también, pero era sólo física, porque el estaba presente durante todo el día
¿obsesivos? Puede ser ¿divertido? Sin lugar a duda. Pudimos pasar algo cercano
a 18 horas conversando de todo y de nada, reír, hablar seriamente y dejar que
los sueños nos rondaran.
Ayer a
las 16:30 de la tarde suena mi teléfono, y escuché una voz que hace 4 años no
escuchaba. Mi cómplice de toda la vida y de las personas que más amo en el
mundo “Bruja, estoy en México, vamos a cenar, TE LO ORDENO”. Mi día estaba semi-completo, semi porque Eros
había estado un poco distante las últimas horas y estúpidamente lo dejé pasar “Ya
pasará” pensaba.
Al
llegar la noche pasó por mí al que llamaremos Alux (por ser mi duende cómplice
de vida). Tenía 4 años de no saber de Alux, nuestra conversación era agitada, rápida,
mezclada, queríamos contarnos 4 años en 3 horas. Mi teléfono no dejaba de
vibrar, mensajes constantes de Thanatos a los cuales yo respondía. Alux un poco
molesto me arrebató el teléfono diciéndome “Dile a Eros que estas conmigo,
ahorita eres mía y requiero tu atención” sonrojada y apenada le confesé que era
Thanatos, jamás me había regañado cómo lo hizo ayer, y le doy toda la razón. Thanatos
ya no tiene lugar en mi vida, era Eros a quien yo quería. Su consejo fue: “PICK
YOUR BATTLES ¿por quien tienes que luchar? ¿Por Eros? ¿O por Thanatos?”
Hoy a
24 horas del suceso, ya no hay por que luchar. Pero de haber tenido la
oportunidad siempre hubiese sido por Eros.