jueves, 17 de noviembre de 2011

PICK YOUR BATTLES






En una pequeña etapa de duelo me encuentro a alguien con un algo, totalmente diferente a lo que había dejado atrás, otro alguien con un algo muy cercano a pulsión de muerte.
Llamémoslos Eros y Thanatos. Thanatos continuamente se queja de la vida y lo que acontecía, todo su mundo era una gama de grises, quejas e infidelidades, tedio y hastío.
Ocho meses donde no llegamos a ninguna seguridad ni estabilidad, probablemente por la lejanía física y mental, estábamos por estar, no por sentir. No hace falta decir que todo se vino abajo, pendía de un hilo delgado que terminó por romperse. En esa transición me encuentro a Eros.
Eros había vivido cosas mucho más fuertes que Thanatos, sin embargo su actitud a la vida era totalmente otra, con impulso y con ganas de seguir, de experimentar y de vivir. Eros me despertó a ese mundo donde todo es explosión de colores, y en verdad lo era, me llenó de muchas cosas, risas y complicidades, había lejanía también, pero era sólo física, porque el estaba presente durante todo el día ¿obsesivos? Puede ser ¿divertido? Sin lugar a duda. Pudimos pasar algo cercano a 18 horas conversando de todo y de nada, reír, hablar seriamente y dejar que los sueños nos rondaran.

Ayer a las 16:30 de la tarde suena mi teléfono, y escuché una voz que hace 4 años no escuchaba. Mi cómplice de toda la vida y de las personas que más amo en el mundo “Bruja, estoy en México, vamos a cenar, TE LO ORDENO”.  Mi día estaba semi-completo, semi porque Eros había estado un poco distante las últimas horas y estúpidamente lo dejé pasar “Ya pasará” pensaba.
Al llegar la noche pasó por mí al que llamaremos Alux (por ser mi duende cómplice de vida). Tenía 4 años de no saber de Alux, nuestra conversación era agitada, rápida, mezclada, queríamos contarnos 4 años en 3 horas. Mi teléfono no dejaba de vibrar, mensajes constantes de Thanatos a los cuales yo respondía. Alux un poco molesto me arrebató el teléfono diciéndome “Dile a Eros que estas conmigo, ahorita eres mía y requiero tu atención” sonrojada y apenada le confesé que era Thanatos, jamás me había regañado cómo lo hizo ayer, y le doy toda la razón. Thanatos ya no tiene lugar en mi vida, era Eros a quien yo quería. Su consejo fue: “PICK YOUR BATTLES ¿por quien tienes que luchar? ¿Por Eros? ¿O por Thanatos?”  
Hoy a 24 horas del suceso, ya no hay por que luchar. Pero de haber tenido la oportunidad siempre hubiese sido por Eros. 

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